- Cabaña hermosa
- Personal amable
- Comida deliciosa

- Restaurante limitado
- Caos estacionamiento
- Sargazo en playa

Cabañas con ducha exterior y entorno natural impresionante.

Las habitaciones eran hermosas, acogedoras y limpias, con una decoración que reflejaba la tranquilidad del entorno. Disfruté mucho de las vistas desde el balcón, especialmente al amanecer.

Mejorar la calidad de la comida del restaurante.

el hotel se siente más como un motel regular que como un destino especial. el restaurante realmente debería mejorar, no hay nada limpio en las mesas. además, para que no lo olviden, esperaba un trato preferencial pero nadie me ofreció un gesto adicional, como un regalo de bienvenida o una noche gratis. decepcionante, ¡tal vez debería haber sido famoso!

Los detalles que realmente importan

Las habitaciones son realmente hermosas y la atención del personal es excepcional. Cada mañana, el café llega a tu terraza, una experiencia que no se olvida. Además, el entorno natural es perfecto para desconectar, aunque la playa tiene mucho sargazo en este momento. Ideal para una escapada romántica.

El momento más mágico fue recibir cada mañana café y galletitas en nuestra terraza, ¡una delicia! Las cabañas son encantadoras, pero el estacionamiento es un verdadero caos 🚗.

Recomiendo para quienes buscan relajarse

El lugar era super tranquilo, con una vista preciosa y el café de la mañana lo llevaban a nuestra terraza a la hora que pedíamos. Me encantó que el personal era tan amable. Marco se destacó como uno de los mejores, siempre estaba pendiente de nosotros y los niños.

No fue barato, pero estaba aceptable.

La atención del personal fue increíble, pero el restaurante tenía pocas opciones.

Ubicació tranquil·la amb uns amaneceres de pel·lícula. Habitació ampla i decorada amb gust. El personal, súper atent i amable, va fer que se'ns passés ràpid. El menjar bo, però potser un pèl car per la quantitat. Ideal per relaxar-se i gaudir del mar.

El diseño de las habitaciones tiene un toque minimalista que me pareció atractivo. Hay acceso directo a la playa con una vista a una pirámide maya desde el área del hotel, lo que añade un toque especial a la estancia.

La experiencia se ensombreció por la reservación. no obtuvimos el bungalow prometido y la habitación donde nos alojamos no tenía vista al mar como esperábamos. noté que el estacionamiento es un caos durante los fines de semana, ya que los espacios se alquilan a visitantes de playas públicas, dejándonos esperando al regresar. Además, el restaurante tiene precios elevados y las porciones son pequeñas, lo que hizo que no quisiéramos comer ahí con frecuencia, aunque la calidad de la comida sí era buena.

Una experiencia agridulce

El lugar tiene un ambiente relajado y la comida es realmente deliciosa. Sin embargo, me decepcionó que no obtuvimos el bungalow prometido y el servicio no fue tan excepcional como esperábamos. Recomiendo verificar la disponibilidad del estacionamiento antes de su llegada.

Habitación limpia, pero los precios del restaurante son elevados.

Disfruté de la comodidad de la cama en la terraza mientras tomaba un café por la mañana, que me llevaban cada día. El lugar es ideal para relajarse y desconectar. Cada rincón parece estar hecho para disfrutar de la naturaleza. Las cabañas son agradables, con detalles de diseño que me llamaron la atención. La relación con el personal fue agradable. Definitivamente es un refugio perfecto en la costa que se nota que atrae a los viajeros que buscan paz.

La comida era cara y no cumplió con mis expectativas. El estacionamiento era un caos, especialmente los fines de semana, lo que hizo más difícil disfrutar de mi estancia.

Ay, compadre! No puedo dejar de pensar en el un wok humeante de gambas que probamos. ¡Una delicia! Además, las cabañas privadas son el paraíso. cuentan con un porche donde se puede relajar, y los cafecitos que traen por la mañana son un lujo. La naturaleza por doquier y los animalitos que vimos desde nuestra terraza son otra joyita que no puedes perderte.

Sin embargo, el restaurante no se escapó de ser un poco decepcionante. Muy pocas opciones y precios que te hacen pensar dos veces antes de pedir. Además, salir y volver al hotel es una lotería por el estacionamiento, ¡un verdadero caos los fines de semana!